Aterrizajes de emergencia
Vamos a hablar un poco acerca de las situaciones anormales y
de emergencia que pueden ocurrir en vuelo. Como hemos visto en otras entradas,
la clave para poder realizar un vuelo seguro esta en la prevención, y una de
las formas de lograr esto, está en la manera en la que enfrentamos estas
situaciones. El amplio conocimiento de los Manuales de la aeronave así como la muy
importante actitud del piloto, es tal vez la clave para enfrentar el reto que
nos pone la aviación en ocasiones.
Aunque en realidad es difícil dar una guía general para
afrontar una situación determinada, hay algunas cosas que podemos platicar al
respecto, siempre tomando en consideración que los manuales antes mencionados
tienen prioridad ante cualquier sugerencia que podamos darles.
En el tema de los aterrizajes se puede decir que existen
algunas diferencias importantes; en las listas de verificación, normalmente se
distingue una diferencia entre “aterrice tan pronto como sea posible” o “aterrice lo más pronto posible”.
Esto se refiera a que en una situación anormal, se puede manejar y administrar
el procedimiento, de tal manera que se puede planear el aterrizaje, qué, aunque
se sale de lo normal, no implica una emergencia como tal. Por el contrario, cuando se tiene una situación de emergencia, es imperativo aterrizar en el
lugar más cercano y por lo tanto con poco tiempo para planearlo.
Cuando se está aprendiendo a volar en la escuela de
aviación, se pueden practicar aterrizajes de emergencia como una de las maniobras
en el plan de estudios, pero por obvias razones no todo es posible practicarlo,
por lo que solo nos queda tenerlo en teoría. Tal es el caso de cómo utilizar la
estructura de la aeronave como un escudo protector de los tripulantes y en su
caso de los pasajeros.
Vamos a considerar dos tipos de aterrizajes de emergencia:
Aterrizaje Forzoso y Aterrizaje Precautorio.
El Aterrizaje Forzoso, se refiere a aquel en cuya situación
es imperativo descender y aterrizar en cualquier lugar posible ya que no podemos
continuar el vuelo.
El Aterrizaje Precautorio se refiere a aquella situación en la que se puede
continuar el vuelo pero no es posible prever en que momento la situación se convertirá
en una emergencia.
Es de suma importancia considerar los factores que pueden
influir en la habilidad del piloto para actuar rápido y eficientemente cuando
encara una emergencia, uno de estos factores puede ser cuando permitimos que la
mente nos gobierne y nos paralice ante el temor de pensar lo que puede suceder,
en lugar de reconocer que estamos en una situación difícil y que el momento es
ahora y que por lo tanto hay que tomar decisiones y actuar sin perder el
tiempo en tratar de corregir desesperadamente aquello que estuvo mal a expensas
de perder el control de la aeronave o de no elegir correctamente el lugar en el
que se va a aterrizar.
De alguna manera, creo que todos los pilotos estamos
condicionados a “salvar el avión”, y sí, creemos que si se salva el aparato,
nos salvamos nosotros, lo cual tiene lógica, sin embargo en ocasiones esto
puede llevarnos a cometer errores, ya que en busaca del terreno ideal o de
llegar a la pista para que el avión no salga dañado, nos puede llevar a omitir
reglas básicas del pilotaje, con las consecuencias lógicas de esto.
El éxito de un aterrizaje de emergencia es una combinación
de conocimientos, habilidades y actitud.
Cuando se enfrenta una situación de este tipo, debemos de
estar concientes de que es muy probable que el avión va a tener daños, pero hay
que tener en cuenta que lo mas importante es la prevención de los daños físicos
de las personas y esto en gran medida es cuestión de mantener la zona de la cabina lo menos dañada posible,
utilizando las partes de la estructura “no habitada” como un escudo que absorba
la brusca desaceleración antes de que afecte a los ocupantes.
La experiencia en accidentes demuestra que la extensión de
la estructura deformable entre el punto de impacto del avión y la zona de la
cabina, tiene una relación directa con la severidad de las fuerzas transmitidas
de choque y por lo tanto de la posibilidad de supervivencia.
Las alas, la parte baja del fuselaje, el tren de aterrizaje,
son partes de la estructura que junto con la vegetación, los árboles e incluso
algunas estructuras hechas por el hombre, pueden absorber la energía. Los
campos cultivados o árboles pequeños pueden ser un excelente medio de frenado.
En otras palabras cualquier objeto cuya estructura sea menos resistente que la
del avión.
Estamos hablando de tratar en lo posible de que la desaceleración
no sea brusca, pero al mismo tiempo que la distancia de parada sea lo mas corta
posible y esto solo se logra con tocar con la menor velocidad (GS). Duplicar la
velocidad, cuadriplica la energía destructiva total, por lo que cualquier
incremento en la velocidad afectará significativamente los efectos del choque.
La mayoría de las aeronaves pequeñas como la que tu estarás volando en la
escuela de pilotos, están diseñadas para proteger a los ocupantes en un choque
de frente con una desaceleración de alrededor de 9 veces la gravedad; esto
quiere decir que considerando una desaceleración uniforme de 9G a 50 MPH se
requiere de una distancia de parada de aproximadamente 3 metros, mientras que a
100 MPH esta se llevará 12 metros.
Pero ¡ojo!, nunca debemos de perder el control de la
aeronave, por lo que la velocidad debe de ser mantenida en los mínimos posibles
de Vs0 o Vs1 y utilizar todos los recursos aerodinámicos que tengamos
disponibles, así como intentar que las condiciones del viento nos sean favorables.
Uno de los errores más graves que podemos cometer, aun
encontrando el terreno ideal para aterrizar, es el de perder la correcta
actitud de la aeronave y con esto el régimen de descenso adecuado en el momento
del toque, al tratar de tener una velocidad muy baja, la posibilidad de un
desplome es alta, por lo que la velocidad de hundimiento se incrementará.
Una alta velocidad vertical se puede considerar arriba de
500 pies por minuto para este tipo de aeronaves, sobretodo si el aterrizaje se
efectúa con el tren arriba, o en terrenos de superficie dura, por otro lado, en
terrenos de superficie blanda puede ocasionar hundimiento en el terreno y por
lo tanto una desaceleración muy brusca.
El único momento en el que el piloto tiene muy poco tiempo
para poder tomar decisiones, es en el despegue; sin embargo, aún en estos
momentos, el factor más importante es el CONTROL de la aeronave.
Hay que entender también que a altitudes considerables el
terreno puede ser engañoso, por lo que al acercarse a él, este puede cambiar y
con esto cambiaremos también de elección; como regla general, se puede decir
que no es bueno cambiar de decisión mas de una vez, en ocasiones es mejor un
aterrizaje controlado en un terreno agreste, que uno sin control en un terreno
plano.
De cualquier manera, lo mejor que podemos hacer es prevenir,
y como lo comenté al principio, el profundo conocimiento de los Manuales y las
recomendaciones que en ellos se hagan son prioridad sobre cualquier sugerencia
que aquí les de.
Como siempre nuestros mejores deseos para que siempre tengan,
deseados despegues y felices aterrizajes.
Créditos fotográficos wikimedia commons
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