viernes, 14 de junio de 2013

ACTITUDES PELIGROSAS

Actitudes peligrosas


En otros artículos hemos hablado y creo que en repetidas ocasiones, de la importancia de la toma de decisiones, hay mucho que hablar a cerca de este tema, sin embargo, podemos ir por pasos para poco a poco poder adentrarnos en él.

La seguridad en vuelo  -palabra mágica en este negocio-, requiere de por lo menos tres habilidades por separado:

La habilidad para controlar el avión.
La habilidad para operar los sistemas propios de cada aeronave.
Y por ultimo pero no menos importante, la habilidad para tomar correctas decisiones.

Ésta última se podría definir como un proceso mental, por medio del cual se determina el mejor camino para responder a una situación o situaciones determinadas.

Considerando que el cometer errores es una característica natural del ser humano, y que tristemente ésta es la causa principal de la mayoría de los accidentes, debemos de considerar que es un tema del cual la palabra “exagerar” no debe de ser parte del léxico aeronáutico.

Cualquier cosa que podamos hacer para minimizar la posibilidad de cometer un error será siempre bien recibida. Al decir minimizar, quiero decir que no se puede eliminar, pero si se puede ser consciente, en otras palabras, se puede reconocer y por lo tanto administrar para reducir al máximo sus efectos.

Dentro de los pasos a seguir para que se pueda establecer un proceso adecuado, los expertos recomiendan lo siguiente:

  • Identificar las Actitudes personales que pueden ser peligrosas
  • Aprender técnicas de modificación de conducta
  • Aprender a reconocer y lidiar con el estrés
  • Aprender el desarrollo de habilidades para evaluar los riesgos y
  • Saber utilizar todos los recursos disponibles


Una de las circunstancias que más comúnmente nos da temor a los seres humanos, es el enfrentarnos con nosotros mismos, hacernos conscientes de cómo somos y de cual es nuestra verdadera actitud ante nuestra vida, es un punto que no todos somos capaces de reconocer; sin embargo, en nuestra actividad es un punto por demás importante.

El ser capaces de hacernos verdaderamente conscientes de actitudes que pueden ser peligrosas para el vuelo, nos podrá llevar a ser pilotos más seguros, ya que es el primer paso para poderlas neutralizar y en su caso aplicar el “antídoto” correspondiente.

Las investigaciones realizadas en el tema de los factores humanos en la aviación, han identificado al menos cinco actitudes peligrosas para el vuelo:

1.- ANTIAUTORIDAD- Esta actitud se refiere a aquellos pilotos que no les gusta que les digan lo que tienen que hacer, luchan en contra de todo lo que sea reglamento, norma, o procedimientos, lo consideran inútil o con errores y siempre buscan la manera de evitarlos.

2.- IMPULSIVIDAD- Se refiere a aquellos que actúan primero y piensan después, sienten la necesidad de hacer algo, ¡lo que sea pero ya! , llevándolos a no seleccionar el mejor curso de acción

3.- INVULNERABILIDAD- Ésta actitud la tienen aquellos que creen que las cosas malas solo les pasan a los demás y nunca a ellos, aunque son conscientes de la posibilidad que existe de tener un accidente, consideran que a ellos nunca les va a ocurrir.

4.- MACHO- Aeronáuticamente hablando, corresponde a los pilotos que siempre tratan de probar que son mejores y más valientes que los demás, tomando riesgos innecesarios solamente con la finalidad de impresionar a otros.

5.- RESIGNADO- Aquel que siempre se hace la pregunta ¿Y para que? o ¿De que sirve?,  son personas que no se creen capaces de hacer algo que logre la diferencia, o bien, que le atribuyen siempre los errores a los demás o a la mala suerte, normalmente porque no quieren ser criticados.

El hacer un auto análisis de éstas actitudes, puede marcar la diferencia en nuestro futuro como pilotos, solamente detectando y haciéndonos conscientes de nuestra verdadera personalidad, es posible actuar y como mencioné, de aplicar el antídoto adecuado.


El darnos cuenta que las leyes hay que seguirlas porque están hechas para ayudarnos y no para molestarnos, que siempre es mejor pensar primero y actuar después, que todos somos vulnerables a cometer errores y que en efecto nos pueden pasar las cosas, o que no hay nada que demostrar mas allá que nuestro profesionalismo y que finalmente, estamos a bordo para resolver problemas y no para crearlos, puede ser el primer paso para eliminar éstas actitudes y con esto iniciar el camino para tomar mejores decisiones.  

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